martes, 30 de septiembre de 2008

ME HAGO MAYOR

Qué triste es decir que con 19 años una ya se empieza hacer vieja, pero es la realidad.

La primera razón la recibí el viernes, cuando un sonido estridente y estratosférico me despertó, cuando por fin distinguí de que se trataba me di cuenta que era el móvil, de un número desconocido y como la economía esta tan mal y los jóvenes tenemos el mal vicio de las llamas perdidas a eso que me dispuse.
Pasado un rato el aparatito volvió a sonar:
- Buenos días, es usted Alumna?
- Si yo misma, de parte de quien?
- Soy X, lo llamo del banco
Ahí es cuando mi cara paso del estado comatoso medio dormido a todos los colores de la bandera del orgullo hasta llegar a una mueca que se convirtió en mi primera pata de gallo.


Para muchos, esto será una simple llamada, o una exageración. Para mi es todo un trauma. No por el hecho que me llamen del banco, sino por darme cuenta que cada vez las responsabilidades que caen sobre mi espalda son mayores (de la misma forma que me estoy haciendo yo). Dejando aparte, que le di un toque al teléfono del banco sin darme cuenta, pensando yo que se trataría de alguna llamada sin importancia por parte de algún amig@ desde un teléfono ajeno.

1ª nota mental: no hacer más llamadas perdidas a números desconocidos, por si las moscas es algo importante y quedas como una panoli.

Bien, pasado el trauma del banco llega el segundo, quizás el que más me marco.
Esto me pasó ayer domingo, celebrábamos la fiesta de despedida del bar donde siempre vamos.
Llegue a casa a las 6 de la tarde, justo para comer, ducharme, cambiarme y volverme a ir. Por eso de hacer acto de presencia en mi humilde morada y porque mi cuerpo ya requería un cambio de ropa y una comida en condiciones, algo normal después de estar 24 horas sin aparecer por ella.
Bueno, a lo que iba, hice todo lo dicho, y cuando me iba cogí una chaqueta de entretiempo, me mire en el espejo y antes de salir por la puerta otra vez le pregunte a mi abuela:
- ¿Me queda bien la chaqueta esta con la ropa? – gran equivocación la mía, esa pregunta jamás debió salir de mi boca porque la contestación fue la siguiente:
- Bueno… si… pero es muy juvenil.
Segundo hachazo!! Mi abuela, una buena mujer de 70 años, me acababa de llamar vieja! A mí! Su única nieta!

2ª nota mental: no volver a preguntar a mi abuela si la ropa me queda bien.

Después de estos dos traumas, ya tengo asumido que me hago mayor, aunque no lo quiera y a pesar de que aun me queden muchos años para llegar a la tercera edad y empezar a cobrar la jubilación, pero todo se aproxima…
La pregunta crucial es: ¿Cómo seré cuando llegue a esa edad?

Así que lo dicho, me voy a ir a la cama, no sin antes pasar por delante del espejo y mirar si tengo alguna arruguilla más.
Y pensar que yo siempre digo que las arrugas hacen a la mujer un ser más bello, pero que jodido es cuando te las encuentras en tu propia piel. Creo que empezare a fijarme más en los anuncios de cremitas y potingues de esos…


Un saludo.


P.D.: Para encontrar mis metas necesito saber que quiero hacer con mi vida para llegar a ellas, está claro que una de mis metas es poder tener una vida “tranquila” y con una calidad aceptable. Pero el problema es que no sé. O no me planteo de forma correcta como hacerlo.
Dejando ya de lado el hecho de que tenga paz o guerra. En cierto sentido creo que el ser humano en este aspecto es un tanto masoca (o soy yo la rara), porque ¿Qué sería de nosotros si tan solo hubiese paz en nuestras vidas? La monotonía acabaría con nosotros, pero también he de decir que si tan solo tuviésemos guerra acabaríamos tirándonos de los pelos por el simple hecho de respirar. ;)

viernes, 26 de septiembre de 2008

QUE PEREZA

Tengo una rutina que muchos querrían en su vida: me levanto cuando quiero, como cuando tengo hambre, salgo cuando me da la real gana y me acuesto cuando tengo sueño (y si eso implica estar 24 horas sin dormir de fiesta no hay ningún tipo de problema). Pues bien, a mi esta rutina me está empezando a agobiar.
No por el hecho de que sea mala, porque la verdad que es divina, si no porque veo que mi vida no es nada productiva. Y lo que más rabia me da es que no sé qué hacer para que mi vida sea productiva. O si lo sé, pero no sé cómo hacerlo.
Me estoy empezando a liar y no me estoy explicando. Comencemos de nuevo pues: no se qué hacer con mi vida. Por un lado tengo la opción de seguir estudiando, y por el otro lado tengo la imposición (porque lo necesito) de buscar trabajo.

La primera opción: todo el mundo me está diciendo que debo seguir estudiando, que me saque el bachillerato que deje a medias, pero a mí la verdad se me hace muy cuesta arriba volverme a meter en el instituto para sacarme las 5 asignaturas que me quedaron de primero. No es que no quiera hacerlo, porque sé que lo necesito, pero… ni yo misma sé que me pasa.

La segundo opción e imposición: tengo el ultimátum por parte de mi querida amada y respetada madre de encontrar trabajo antes de que termine la primera semana de octubre (mientras escribía me ha dado por pensar en el día en el que estamos y mirar el calendario, y la primera semana de octubre está a la vuelta de la esquina).
Trabajo ya sé que necesito, porque si no encuentro trabajo no me puedo plantear ni el ponerme a estudiar, vamos que me veo pidiendo en el metro (y eso que en este pueblo no tenemos). Pero el problema está en que no sé donde quiero trabajar, y lo peor de todo, las muchas limitaciones que tengo al no tener estudios. Es un pez que se muerde la cola. ¿Algún/a empresari@ que tenga un puesto bacante? Prometo portarme de lujo! De verdad!

Y dejando aparte el tema estudiantil y laboral, mi vida sentimental va de mal en peor! O no… no lo sé.
Me sincere con Ella, le dije todo lo que sentía después de una agradable velada en la que cenamos juntas, y me confesó que yo también le gustaba pero no estaba preparada para iniciar una relación. La verdad, no me importa que no esté preparada, me explico mejor, no es que no me importe, simplemente que creo que nos puede ir bien a las dos, así tenemos más tiempo para conocernos mejor, y para ver si realmente es real lo que sentimos o es un sentimiento pasajero que nos intenta jugar una mala pasada.
Realmente no sé hasta qué punto estoy preparada para estar con alguien, así que creo que será la mejor manera de conocernos y a la vez poder tener algo aunque sea efímero.
Después de nuestra velada no la he vuelto a ver, ni hablar con ella, se ha ido una semana a la montaña, hasta mañana no vuelve y no sé cuando la volveré a ver ni qué pasará cuando lo haga. Lo único que sé es que estoy totalmente apática, que la echo de menos y que tengo unas ganas locas de verla y abrazarla.
Ah por cierto, para acabar de rematar la faena mi madre ya me ha dicho de forma totalmente clara que le encantaría tenerla de nuera…

En fin…
Creo que será mejor dejarlo por hoy.

Un saludo.

P.D.: Estoy en guerra desde el día en que nací, si no, no creo que hubiese llegado hasta donde estoy, la relajación en esta vida no existe, y la palabra estrés es nuestro apellido. Así que supongo que el hecho de querer encontrar la paz es un tanto paradójico, porque sinceramente, se que jamás la encontraré, porque la paz no existe, porque siempre hay algo que la rompe en cualquier momento, pero... deseo que estos momentos sean los menos posibles. Eso sí, sin llegar a extinguirlos, porque si no la monotonía acabaría conmigo. ;)

martes, 16 de septiembre de 2008

NUEVA ERA

Creo que ya ni me acuerdo de cómo se postea por aquí.
Hace muchos siglos que no toco esto, pero la verdad, si os tengo que ser sincera, mi vida está en pleno caos.

¿Por qué? Fácil explicación. 19 años de edad, cada fin de semana fiesta a más no poder, soltera sin compromiso y hasta hace muy poco sin ánimos de tenerlo.
Resultado: descontrol, desfase, mujeres, alcohol y sexo.

Os resumiré todo lo acontecido durante este casi año de alguna forma digerible:

En el curro todo iba de maravilla (y digo iba porque ya no va, pero no adelantemos acontecimientos). Una vez llevas ahí nueve meses trabajando te acostumbras a ello y hasta lo llegas a echar de menos cuando no estás. De lunes a viernes trabajando y de viernes por la tarde a domingo por la noche de fiesta. Una rutina la cual se puede llevar perfectamente. Y más cuando no tienes ningún tipo de compromiso de por medio con nadie, y sabes que cada noche que sales eres libre de hacer todo lo que se te venga en gana y más (léase irte donde quieras, hacer lo que quieras y llevarte a la cama a quien quieras), hasta ahí todo genial. Ha habido alguna que otra mujer que ha durado más en mi vida, pero no ha superado el mes de estancia. Y si lo ha intentado superar yo misma me he encargado de que no pasara.
Algunos podéis llegar a pensar que es un comportamiento mezquino, para mi simplemente es ser leal a mi soledad impuesta. Y si, es un tanto paradójico el decir que es soledad cuando cada semana tienes a una mujer distinta en tu cama, pero seamos realistas, el cuerpo humano tiene necesidades y más cuando tienes 19 años y estas con las hormonas en plena ebullición. Pues lo dicho, he estado con una soledad impuesta todo este tiempo, curando heridas del pasado y del presente y porque no decirlo, intentado arreglar problemas que puedan venir en un futuro. Eso sí, siempre con la verdad por delante en todo momento, y sin dañar a nadie, por eso cuando veía que una mujer pretendía quedarse más tiempo del especificado en mi vida la dejaba volar, para que el daño fuese menor. Y si, vuelvo a repetir que para algunos esto será despreciable, mezquino y hasta incluso me permitiría decir que una situación un tanto machista de las cuales las mujeres siempre nos quejamos. Pero en mi caso no era así, ¿por qué? Pues porque para mí ser despreciable, mezquina y todo lo que se puede llegar a pensar conlleva engañar a la otra persona, y yo en ningún momento engañaba, por eso cortaba todo de raíz cuando veía que se podía llegar a crear un lazo (léase sentimientos).

Pero todo en esta vida cambia, y cuando crees que lo tienes todo bajo control, que tu soledad impuesta es el mejor camino que puedes tomar y que esperas estar así por años te aparece esa persona que te vuelve el mundo al revés, que te ves pensando en ella más de lo normal, que sabes que tienes más que una simple amistad pero no todo lo que quisieras llegar a tener, y la verdad que llegas a pensar si la vida en pareja está hecha para ti o simplemente es una broma de la vida. ¿Alguien lo sabe? Agradeceré cualquier respuesta.

Pasada mi situación sentimental que es bastante caótica, pasamos a la laboral.

En el trabajo todo bien, hasta que una madrugada, más concretamente la del 23 de junio a las 4 de la mañana, estando yo de fiesta me resbale en el baño de la discoteca, me caí, y… peroné a tomar por el caca (perdón por la expresión). Desde ese momento nada fue igual, y digo nada con todas las consecuencias de la palabra.

Me llevo al hospital una amiga con un ataque de ansiedad e ira impresionante, la doctora que me atendió creo que no hizo más negligencias medicas porque no pudo y ya con el yeso puesto me mandaron para casa, a los dos días estaba recibiendo un burofax de mi querida empresa donde me decían que como el contrato se me terminaba el día 1 de julio no hacía falta que volviese.

Y ahora aquí estoy, mañana me toca ir a buscar el alta. Y otra vez a empezar.

De momento, creo que después de un buen tiempo sin escribir con toda esta información dada os podéis llegar hacer una idea de cómo estoy.


Muchas gracias por leerme,
buenas noches para mí y los que leáis estos antes de iros a dormir,
buenos y felices días para los que estéis despertando o empezándolo,
y buenas tardes para los que no caigáis en la caja tonta después de comer tras las novelas y culebrones.