viernes, 26 de septiembre de 2008

QUE PEREZA

Tengo una rutina que muchos querrían en su vida: me levanto cuando quiero, como cuando tengo hambre, salgo cuando me da la real gana y me acuesto cuando tengo sueño (y si eso implica estar 24 horas sin dormir de fiesta no hay ningún tipo de problema). Pues bien, a mi esta rutina me está empezando a agobiar.
No por el hecho de que sea mala, porque la verdad que es divina, si no porque veo que mi vida no es nada productiva. Y lo que más rabia me da es que no sé qué hacer para que mi vida sea productiva. O si lo sé, pero no sé cómo hacerlo.
Me estoy empezando a liar y no me estoy explicando. Comencemos de nuevo pues: no se qué hacer con mi vida. Por un lado tengo la opción de seguir estudiando, y por el otro lado tengo la imposición (porque lo necesito) de buscar trabajo.

La primera opción: todo el mundo me está diciendo que debo seguir estudiando, que me saque el bachillerato que deje a medias, pero a mí la verdad se me hace muy cuesta arriba volverme a meter en el instituto para sacarme las 5 asignaturas que me quedaron de primero. No es que no quiera hacerlo, porque sé que lo necesito, pero… ni yo misma sé que me pasa.

La segundo opción e imposición: tengo el ultimátum por parte de mi querida amada y respetada madre de encontrar trabajo antes de que termine la primera semana de octubre (mientras escribía me ha dado por pensar en el día en el que estamos y mirar el calendario, y la primera semana de octubre está a la vuelta de la esquina).
Trabajo ya sé que necesito, porque si no encuentro trabajo no me puedo plantear ni el ponerme a estudiar, vamos que me veo pidiendo en el metro (y eso que en este pueblo no tenemos). Pero el problema está en que no sé donde quiero trabajar, y lo peor de todo, las muchas limitaciones que tengo al no tener estudios. Es un pez que se muerde la cola. ¿Algún/a empresari@ que tenga un puesto bacante? Prometo portarme de lujo! De verdad!

Y dejando aparte el tema estudiantil y laboral, mi vida sentimental va de mal en peor! O no… no lo sé.
Me sincere con Ella, le dije todo lo que sentía después de una agradable velada en la que cenamos juntas, y me confesó que yo también le gustaba pero no estaba preparada para iniciar una relación. La verdad, no me importa que no esté preparada, me explico mejor, no es que no me importe, simplemente que creo que nos puede ir bien a las dos, así tenemos más tiempo para conocernos mejor, y para ver si realmente es real lo que sentimos o es un sentimiento pasajero que nos intenta jugar una mala pasada.
Realmente no sé hasta qué punto estoy preparada para estar con alguien, así que creo que será la mejor manera de conocernos y a la vez poder tener algo aunque sea efímero.
Después de nuestra velada no la he vuelto a ver, ni hablar con ella, se ha ido una semana a la montaña, hasta mañana no vuelve y no sé cuando la volveré a ver ni qué pasará cuando lo haga. Lo único que sé es que estoy totalmente apática, que la echo de menos y que tengo unas ganas locas de verla y abrazarla.
Ah por cierto, para acabar de rematar la faena mi madre ya me ha dicho de forma totalmente clara que le encantaría tenerla de nuera…

En fin…
Creo que será mejor dejarlo por hoy.

Un saludo.

P.D.: Estoy en guerra desde el día en que nací, si no, no creo que hubiese llegado hasta donde estoy, la relajación en esta vida no existe, y la palabra estrés es nuestro apellido. Así que supongo que el hecho de querer encontrar la paz es un tanto paradójico, porque sinceramente, se que jamás la encontraré, porque la paz no existe, porque siempre hay algo que la rompe en cualquier momento, pero... deseo que estos momentos sean los menos posibles. Eso sí, sin llegar a extinguirlos, porque si no la monotonía acabaría conmigo. ;)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si existe la guerra tiene que existir la paz... y a la inversa!!, creo que las dos palabras pierden su sentido la una sin la otra, o tal vez es la excusa que utilizo para creer que en algún momento de tu vida, aunque sean los menos, encuentras un estado de "relajación" y/o "perfección" que dé sentido al resto de tus días "imperfectos".
Voy a acabar convirtiéndome en una asidua lectora de tu blog, supongo que te leo y me siento de alguna forma identificada con lo que ha sido y es mi vida. En fin, cuando uno no sabe qué hacer lo mejor es pensar en cuales son tus metas, qué quieres conseguir y qué necesitas para llegar a ese punto, por supuesto en todo eso entran muchas cosas que no te gustan pero si el resultado es lo que importa habra que pasar por ellas.
En cuanto a lo demás, ya sé que esta frase está muy trillada, pero si, el tiempo pone a todo/s en su sitio, si el estrés es nuestro apellido es porque somos hij@s de las prisas y, a veces, ellas son nuestro peor enemigo asi que take it easy!

Una de tantas buscadoras ;)